23 sept 2010

La loca vida otaku de naTz...

Para aquellos que no llegaron a leer este antiguo post en aquella web donde di todo de mi... a continuación se los dejo (=
----------------------------------------------------------------------------------------------------
Me levanto recordando el último capítulo de Bleach que he visto y espero ansiosa que sea la siguiente semana para que salga el próximo, pues no aguanto la desesperación de saber que le ha sucedido a Ichigo, si va a salir de esta con vida, o será el fin del anime.

Llamo okasan a mi progenitora, pues me resulta difícil volver a llamarla madre, al igual que a mi otosan, quien se levanta temprano para ir a trabajar. Mi oniichan sigue descansando mientras que yo tomo un vaso de yogurt para ir al trabajo.

Una vez en mí centro de labores, busco noticias sobre los últimos acontecimientos del anime, manga y vida en Japón que han ocurrido mientras espero que sea mediodía para comer el obento que mi okasan ha preparado, así mismo también hago lo que me toca hacer en mi trabajo, sino no tengo el dinero suficiente para poder comprarme el merchandising que ha salido de K-On.

Da la hora de salida pero al mismo tiempo es día de paga, es entonces cuando me acerco al área de administración y firmo la boleta en donde especifica que recibí conforme, luego me dan mi sobre con dinero: “Me siento como Tohru cuando le dan su paga para poder pagar sus estudios *o*” – pienso.

Salgo de mi trabajo y camino a la avenida para poder tomar mi carro: “Desearía que hubieran trenes como en Japón, así el viaje sería más rápido a casa”. Lo bueno es que mi hogar queda a treinta minutos de mi trabajo, así que el medio de transporte usual no es un problema.

“Tadaima” – digo al entrar a mi casa, sin embargo la respuesta siempre es en español: “Hola hijita” =___________=U a veces me gustaría haber nacido en Japón, o que mi familia hablara japonés al menos.

Me meto a la ducha para salir a estudiar, así es la vida de una persona que vive en Latinoamérica. Llego a la Universidad y me encuentro con mis amigos, también otakus. Hablamos de las noticias que leí temprano, damos nuestras opiniones y vemos cuánto dinero tenemos para ver si asistiremos al próximo evento de anime que se viene dentro de poco.

Mientras vamos a nuestros respectivos salones, contamos momentos graciosos de alguna serie, o en mi caso, imito a algún personaje que por el momento me cause gracia. Como suele suceder, las personas que están alrededor no entienden lo que  hacemos, pero no  nos importa, pues estas gracias solo los entendemos los otakus, y no es que los estemos excluyendo, es que el resto de las personas no quieren pertenecer a nuestro mundo.

Terminan clases y vuelvo caminando a mi casa, entro a mi hogar, “tadaima” una vez más, beso a mi okasan y a mi otosan, fastidio un rato a mi oniichan, me cambio de prendas para irme a dormir y digo “Oyasumi nasai”, destapo mi cama y me preparo para el siguiente día en mi vida de Otaku.

0 comentarios:

 
;